La reunión introductoria terminó poco después. Durante toda la discusión, Ves no logró avanzar en la reducción de la hostilidad de las Hermanas Penitentes.
La Comandante Valerie Chancy actuó como si estar en la misma habitación que un chico fuera un enorme agravio. Sus dos subordinadas mostraron una evidente renuencia a acatar órdenes de los géneros masculinos.
Lo que más irritaba a Ves era la evidente falta de respeto que recibía. Para ellas, sus logros y su probada capacidad de golpear a la Coalición del Viernes en la cara no merecían ninguna consideración.
¡Ignoraron todo acerca de él, excepto su género. Este único rasgo determinaba toda su actitud hacia él! Ves tenía la sensación de que no importaba cuánto se esforzara por llevarse bien con ellas, nunca podría cambiar sus actitudes.
Ya que ese era el caso, Ves decidió tratarlas con decididamente menos apego que a sus otras fuerzas. Sus Avatares, Centinelas y Gritos de Batalla iban primero.