¡Las presentaciones de productos siempre eran tan divertidas para Ves!
Le encantaba diseñar mechas, ¡pero también le encantaba compartirlos con una audiencia!
Aunque los diseñadores de mechas a menudo adquirían el estereotipo de nerds científicos, en el fondo de sus corazones, anhelaban validación.
¿Cuál era el sentido de volcar su corazón y alma en el desarrollo de una gran creación, solo para guardarla en un armario? ¿Cuál era el valor de un diseño de mecha que nunca se utilizara y nunca viera la luz del día?
¡Escenarios como esos aterraban profundamente a Ves! Si llegaba un momento en que sus diseños de mechas ya no recibieran la atención de al menos una sola persona, ¡su pasión por su profesión moriría!
¡Esto no era una exageración!
Prácticamente todos los artistas y creadores deseaban elogios. Difícilmente alguien pasaba horas, días, semanas o incluso años creando algo solo para admirarlo en la comodidad de sus casas.