Cada vez que Ves fabricaba una copia de un nuevo diseño, sentía como si estuviera explorando su propio trabajo desde una perspectiva fresca.
Había una diferencia entre diseñar algo y construirlo con tus propias manos.
Lo último era distante e imparcial.
Muchas veces, Ves sentía como si fuera un dios creando una nueva vida de la nada. Aunque todavía debía cumplir con las leyes y restricciones de la realidad, tenía innumerables opciones a su disposición.
Ese enfoque fácilmente hacía que Ves desarrollara una perspectiva distorsionada hacia su propio trabajo.
Eso no era necesariamente malo, ya que su trabajo de diseño a menudo mejoraba si se involucraba. Su pasión y entusiasmo alimentaban su imaginación, haciéndole desarrollar todo tipo de soluciones novedosas e interesantes a los problemas en cuestión.
Sin embargo, Ves no conocía realmente su diseño de mecha de adentro hacia afuera hasta que realmente lo construía en la realidad.