Somos Hermanos

Cuando llegó el día de la presentación del producto, Ves se despertó con algo muy diferente.

Una vez terminó de desayunar y se preparó para escuchar su informe diario, unos invitados adicionales llegaron a su oficina.

Uno de ellos le sacó una sonrisa.

—¡Raella! ¡Tú también has regresado!

El otro hizo que su sonrisa desapareciera.

—Y veo que has traído a... Vincent Ricklin.

—Ya no más. —El hombre que llevaba el uniforme rojo y blanco de los Larkinson golpeó orgullosamente su pecho—. Recientemente, me convertí al Clan Larkinson. Desde que hice el juramento, ahora me llamo Vincent Ricklin-Larkinson. ¿No es genial? ¡Ahora todos somos parientes! ¡Tú eres mi hermano, si no de sangre, entonces de corazón!

Ves quiso vomitar. ¡Esas eran sus propias palabras!

—Vincent... ¿Cómo demonios entraste al clan para empezar? ¡Se suponía que los reclutadores debían filtrar a personas con antecedentes criminales!

—Ya no es tan malo, Ves —Raella explicó en defensa de su novio.