Resaltado

La tercera y última prueba de Gloriana consistió en un desafío de diseño de mechas bastante estándar.

A todos los diseñadores de mechas que lograron superar las pruebas anteriores se les encargó diseñar el mejor mecha posible que pudieran crear en dos horas.

Proyecciones se materializaron frente a sus rostros. Al igual que en la primera prueba, tenían que trabajar de pie, lo cual no era fácil después del estremecedor baño de sangre que acaban de presenciar.

Con los nervios deshechos y la paciencia agotada, casi ningún candidato logró encontrar su ritmo. Manipulaban la interfaz de diseño torpemente con dedos temblorosos y respiraciones irregulares.

Aunque el penetrante olor a sangre había desaparecido hace mucho, muchos de ellos aún tenían la ilusión de que estaban bajo amenaza.

—¡Este salón no era seguro!

—¡Los Oficiales bajo los que soñaban trabajar estaban completamente locos!