Después de haber pasado dos furiosos días realizando su visión, Ves sintió como si su diseño de competición careciera de algo.
Sentía la misma picazón cada vez que sentía que sus ideas de mechs carecían de algún tipo de truco.
Por ejemplo, el Libertador no sería tan notable sin que Ylvaine prestara su habilidad de predicción al piloto del mecha.
La Guardia Doom nunca habría surgido de las filas de mechas atacantes y formado su propia categoría si no fuera por su resplandor de terror.
En este momento, Ves sentía que, aunque su mecha de competición lograba cumplir con la mayoría de sus expectativas, sentía que había fijado sus miras demasiado bajas.
—Puedo añadir más al diseño de mechs —susurró.
El problema era la falta de capacidad.
Elegir centrar el duelo en mechas de ataque fue una de sus formas de limitar a Jovy.