Asediado

—Pero... —Luis estaba un poco nervioso—. Hermano mayor, ¿puedes hacer una excepción?

—No, esta es una ocasión especial. Si algo sucede, ¡no puedo asumir la responsabilidad! —dijo el guardia con una expresión muy seria.

—Pero... —Por un momento, Luis no supo qué hacer. Se giró y miró a Connor.

Sin embargo, Connor sabía que no podía entrar en el Altar del Demonio Celestial sin ser notado, así que solo podía optar por atacar. Sin dudarlo, movió su mano derecha y dos rayos de luz parpadearon. Los dos guardias cayeron instantáneamente frente a Luis. Cuando Luis vio esta escena, quedó completamente boquiabierto. Estaba extremadamente impactado. Nunca pensó que Connor sería tan audaz como para matar directamente a estos dos guardias en la puerta.

—Está acabado... —Luis gritó exasperado.