—¿Qué deberíamos hacer? —En ese momento, la expresión del gran guardián de la Secta de la Nube Púrpura también era muy fea.
—Él había pensado que este asunto terminaría aquí. Sin embargo, no esperaba que la Secta Celestial traería a un pez gordo como Walter. La situación actual ya había sufrido un gran revés. Connor, que ya había ganado, cayó instantáneamente en peligro. Además, lo que más preocupaba al gran guardián era que Connor seguramente no haría concesiones aunque conociera la identidad de Walter.
La expresión de Aida también era muy fea. Después de todo, ella había oído mucho sobre su tatarabuelo. Sin embargo, no esperaba que Walter siguiera vivo.
—Chamaco, hoy luchaste con mi hijo. Mi hijo no es rival para ti. La Secta Celestial ha perdido de corazón. Sin embargo, él claramente admitió la derrota justo ahora, pero tú aún quieres matarlo —En ese momento, Walter de repente dijo.
Connor miró a Walter con indiferencia y no dijo nada.