¡Atacar Juntos!

—Papá, ¿realmente esta gente puede detener a Connor? Escuché que ese tal Connor es bastante formidable... —preguntó Juan con miedo.

—No pueden detener a Connor. ¿Puedes tú? —respondió Yamino fríamente.

Al escuchar esto, Juan cerró la boca al instante y no se atrevió a decir otra palabra.

Yamino sacó su teléfono y marcó un número.

—¿Cuánto falta para que llegues? —preguntó en tono bajo.

—¡Quince minutos! —respondió la persona al otro lado.

—Quince minutos es demasiado tiempo. Tenemos un problema aquí. Te doy diez minutos. Si logras llegar en ese tiempo, ¡duplicaré el dinero que te prometí! —declaró con dominio.

—Está bien, ¡haré mi mejor esfuerzo! —respondió la persona brevemente y colgó.

Yamino miró el monitor con una expresión inexpresiva, su tensión era evidente. Sabía que si estos guardias no podían detener a Connor por mucho tiempo, él podría estar en peligro.

Por otro lado, Connor, Yolanda y los demás entraron tranquilamente en la Mansión Trustar.