Hagamos una apuesta

Connor miró a Warlock fríamente, pero no dijo nada y continuó caminando hacia adelante.

Cuando Yamino y Juan vieron que Connor se acercaba cada vez más a ellos, sus expresiones se volvieron aún más nerviosas porque no tenían idea de lo que iba a pasar a continuación.

—Warlock tomó una respiración profunda y sacó una larga espada de su espalda —continuó la narración—. Tenía casi un metro de longitud y emitía una luz azul-verde. Esta espada era un arma divina heredada de los ancestros de Warlock. Aunque no se podía comparar con un Arma Celestial, un arma divina de esta calidad era muy rara en el mundo de las artes marciales antiguas de Sommerville. Se decía que esta espada era invencible y su agudeza aterradora. Incluso un gran maestro de artes marciales antiguas ordinario encontraría difícil bloquear el ataque de esta espada.

En circunstancias normales, Warlock no habría sacado este cuchillo tan fácilmente.