Odio Profundo

Yamino dudó un momento, luego se giró para mirar a Warlock.

—Hizo una pausa durante un momento y luego dijo —Maestro Hechicero, si Connor nos alcanza después, podríamos necesitar que lo retenga algún tiempo...

—Señor Yamino, no necesita ser tan cortés conmigo. Mi vida está en sus manos. Aunque puede que no sea rival para Connor, si estoy dispuesto a arriesgar mi vida, debería ser capaz de comprarles algo de tiempo para escapar... —Warlock respondió en voz baja.

—Sabía que no me equivocaba en mi juicio. En esta situación, su disposición a ayudar es realmente conmovedora —Yamino lo miró, tomó una respiración profunda y dijo.

—Señor Yamino, entre nosotros no hay necesidad de tanta cortesía —Warlock dijo con una sonrisa—. Quede tranquilo, mientras yo viva, cuidaré de su esposa e hijo. Por lo menos, puedo asegurarles una vida cómoda...

—Gracias, señor Yamino —Yamino le dio una palmada en el hombro.

—Asintió ligeramente, su expresión muy serena.