Originalmente, Connor pensó que una vez que los asesinos que lo perseguían conocieran su fuerza, dejarían de apuntarlo. Sin embargo, nunca esperó que estos individuos fueran tan implacables hasta un grado increíble. Además, no todos eran parte del mismo grupo; eran asesinos de todo el mundo, y su comunicación no estaba bien coordinada. Esto llevó a una situación en la que tan pronto como eliminaba a un grupo de perseguidores, otro aparecía rápidamente.
Esta situación lo frustraba enormemente.
Sin embargo, parecía que William también estaba monitoreando la situación en el lado de Connor. Las agencias de aplicación de la ley de Risu también habían notado estos desarrollos, pero optaron por no intervenir, ya que sabían que esto estaba relacionado con Sombra Sangrienta y hacían la vista gorda.