Soloman y Colton sabían lo que sucedería a continuación.
Sin embargo, no parecían tener ninguna intención de detener a Yago. Esto se debía a que sabían muy bien que, si Yago no usaba este movimiento, los tres podrían morir aquí hoy. Por lo tanto, sacrificar a Yago para matar a Connor era la mejor opción.
Sin embargo, Soloman y Colton seguían muy nerviosos. Sabían que este era el movimiento más fuerte de Yago. Si no podían matar a Connor con este movimiento, estarían en un peligro real.
En este momento, la atención de todos estaba enfocada en Connor.
En un abrir y cerrar de ojos, habían pasado más de diez minutos, pero aún no había ningún movimiento del lado de Connor.
Yago no pudo evitar reírse fríamente al ver que no había movimientos.
—Parece que te he sobreestimado, Connor. Ni siquiera pudiste soportar un solo golpe de la Espada Obsidiana.