—Tú...
—Rugido...
—¡Todos ustedes morirán!
Con ira en su voz, Taotie bramó, sus fibras del corazón tensadas al máximo:
—¡Todos los generales, escuchen mi comando! Mañana al mediodía, el tiempo cuando el Sello Taiji esté más débil, ¡ese será el momento en que lancemos el ataque total!
El ataque de esta noche fue meramente una tentativa.
¡Esto era solo el comienzo!
A medida que la voz se desvanecía, ¡ni un susurro se movió debajo del Sello Taiji!
Todo volvió a la normalidad.
—¡Gran Emperador!
—¡Gran Anciano!
...
En el siguiente momento, los seres santificados de los Cuatro Grandes Clanes Celestiales cada uno pisó el Sello Taiji y ¡recogieron a sus respectivos emperadores para volver a sus campamentos!
Pero después de la inspección, descubrieron que la posibilidad de recuperación de sus graves heridas era ninguna.
—Swoosh, swoosh, swoosh...
Al mismo tiempo, aparecieron dos figuras, de pie sobre el vacío.
—¡Patriarca!