Sus palabras despertaron a Long Qing de su sueño.
—¿Qué pasa?
Long Qing ignoró su ropa desaliñada y salió de la roca.
—Parece que todavía puedo disfrutar antes de seguir cazando.
Una voz fría resonó en la noche oscura.
¡Zumbido!
En ese momento, un dardo venenoso envuelto en poder nomológico voló hacia allí. Ye Chen resopló fríamente y lo partió en dos con su espada.
¡Zumbido! ¡Zumbido! ¡Zumbido!
Dardos venenosos emitiendo luz de siete colores volaron, densamente empaquetados, lo que hacía imposible esquivarlos.
La cinta en la mano de Long Qing rodeó instantáneamente a ambos.
Los dardos venenosos golpearon la cinta y produjeron una serie de sonidos.
¡Se desgarró al instante!
Ye Chen sacudió la cabeza. Si no fuera por él, Long Qing realmente podría haber muerto en este reino secreto.
¿Podría ser que el juicio de la familia Dragón Sagrado fuera una forma de eliminar a los descendientes más débiles?
Parecía que la familia Dragón Sagrado era muy despiadada.