—¿Quién eres exactamente? —exigió el anciano.
—¿Tantas personas acosando a una chica? ¡Qué broma! —Ye Chen se burló—. Aunque no sé su identidad, ella me salvó antes, así que mientras yo esté aquí, no permitiré que muera. ¡Incluso si sé que no puedo salvarla, quiero intentarlo!
Ye Chen luchó por ponerse de pie derecho, su mano agarrando la guadaña negra mientras sangraba. Su palma había sido atravesada por el arma, pero él soportaba el dolor.
Detrás de él, Wei Ying observaba la escena con lágrimas en sus ojos. Ella quería quitarse el velo y decirle a Ye Chen que ella era Wei Ying, la chica con el Cuerpo Frío de Sangre Diabólica a quien él una vez protegió. Sin embargo, su mano se detuvo a medio camino. Revelar su identidad ahora solo obligaría a Ye Chen a estar en una situación difícil.