Sacando todas las paradas

Los ojos del viejo del manto negro se estrecharon en incredulidad. Miró su palma horrorizado. Finalmente, su mirada cayó sobre el estuche de espada. —¿Qué demonios es eso? —exclamó.

—Estuche de Espada de Seis Senderos —respondió Ye Chen con una sonrisa.

—¡Soy Feng Qingyang, el Dios de la Espada de los Seis Senderos!

Tan pronto como terminó de hablar, Ye Chen tomó la iniciativa de atacar.

El estuche de espada giró y se estrelló ferozmente contra el viejo del manto negro.

¡Bang!

El viejo del manto negro sintió una fuerza abrumadora estrellarse contra él, haciendo que la esencia de sangre en su cuerpo temblara.

Golpeó su palma contra el estuche de espada, pero pronto descubrió que no podía moverlo ni un ápice.

—Esto…

El estuche de espada se mantuvo firme frente al viejo del manto negro.

Abrió la boca de par en par en shock.

¡Nada de lo que había presenciado hoy tenía sentido!

Sin embargo, una cosa era cierta. ¡Este misterioso joven era demasiado peligroso!