Atrapado por el miedo

Esta mirada no temía a los cielos.

¡Era como si esta mirada hubiera viajado a través de las eras!

—Incluso si yo, el Emperador Demonio, me disipo en el mundo, ¡no estoy dispuesto a defraudar a otros por mis propios asuntos!

—Jun Mochen, ¡resolveré los rencores antiguos contigo al final!

—¡Fuerza Demoníaca Profunda, actívese!

—¡Dedo Demoníaco Celestial! ¡Destruir los Cielos!

En ese momento, toda la energía demoníaca en el cuerpo de Ye Chen se desbordó. En el cielo, la energía demoníaca infinita se acumulaba en su cuerpo.

Cuando Ye Chen extendió su dedo, el cuerpo de Jun Mochen se congeló.

Él entró en pánico en ese momento.

Él estaba extremadamente familiarizado con este dedo. ¡De hecho, todavía le temía a esa persona!

Con el dedo de Ye Chen, pareció recordar la escena del Emperador Demonio conquistando el mundo.

El Emperador Demonio de aquel entonces era demasiado aterrador. Incluso ahora, Jun Mochen seguía marcado por un trauma psicológico.