La escena que surgió en la pantalla mostraba una conversación entre el Anciano Chen y una mujer.
Gui Ping era consciente de que había muchos cultivadores ocultos acechando en la oscuridad, sin embargo, no intentó detenerlos.
Si estos cultivadores presenciaban las muertes de Ye Chen y Mu Yan, sin duda establecería su prestigio.
Sin embargo, no anticipó que antes de que pudiera afirmar su dominio, se desplegaría una escena tan impactante.
Su rostro envejecido quedó en completo desorden.
Los espectadores llevaban expresiones peculiares.
Originalmente habían venido para observar el espectáculo, pero se habían topado con un secreto significativo.
El corazón de Gui Ping estaba en tumulto. Tomó al Anciano Chen, quien estaba detrás de él, con una mano, y el aura que emanaba de su cuerpo se intensificó ferozmente.
—Maestro de la secta, por favor no me mate. ¡Cometí un error! —Las piernas del Anciano Chen temblaban. Nunca había imaginado que el asunto saldría a la luz.