Los labios de Ye Chen se curvaron en una sonrisa. ¡Ahora, era el momento de su contraataque!
Con un movimiento rápido, se zambulló hacia el fondo de la Piscina Interior. La cada vez más densa Esencia Divina Demoníaca se agolpó hacia él, y Ye Chen parecía avanzar bajo la presión de decenas de miles de toneladas. Apretó los dientes, sin mostrar signos de retroceder.
Dos horas después, Ye Chen, cubierto de sangre, finalmente llegó al fondo de la piscina, ¡el lugar de reunión de la Esencia Divina Demoníaca durante decenas de miles de años!
¡La energía extremadamente poderosa casi hizo que la sangre de Ye Chen hirviera y se secara!
Al llegar al fondo, la mirada de Ye Chen barrió la zona, y rápidamente, se fijó en su objetivo.
Una figura humanoide extraña, del tamaño de una palma, tallada en algún tipo de madera desconocida y grabada con innumerables Runas de Sangre.