Yang Luo no tenía intención de esquivar; en cambio, levantó su mano derecha y gritó fuerte:
—¡Mapa del Array de la Matanza del Caos! —gritó.
—¡En un abrir y cerrar de ojos!
—¡Un mapa de matriz dorado se condensó sobre la palma de su mano, irradiando una luz inmortal imperecedera, iluminando las ocho direcciones del cielo y la tierra!
—¡Una imponente cabeza de dragón dorado estaba grabada en el centro del mapa de matriz!
—¡Filas de patrones de formación y runas estaban grabadas alrededor de él!
—¡Misterioso y profundo, el aura era magnífica!
—¡Supresión! —gritó.
Yang Luo empujó con su mano derecha.
—¡El mapa de matriz se elevó desde su palma, creciendo con el viento y expandiéndose sobre dos mil zhang, cubriendo el cielo y la tierra, y colisionó con la lápida!
—¡Las decenas de miles de espectadores todos miraron al cielo, cada uno atónito!
—¡En un instante!
—¡Boom! ¡Estruendo!