A pesar de esto, Ethan Smith no podía evitar preocuparse en su corazón.
Con el paso del tiempo, la gran guerra en la familia Tenny se intensificaba, con luces variadas llenando el cielo y transformándolo en una miríada de colores.
La aterradora aura seguía ondulando, como ondas en un lago después de que se lanzase una piedra, surgiendo constantemente hacia la multitud.
Ethan observaba de cerca la dirección de la familia Tenny, cada vez más ansioso.
Aunque solo habían pasado diez minutos, Ethan se impacientaba.
Se levantó precipitadamente y dijo:
—Esperen aquí por mí; iré a echar un vistazo.
—Será mejor que te sientes aquí tranquilamente; iré yo —Frederick Cohen agitó su mano, deteniendo a Ethan.
Después de eso, Frederick estaba a punto de levantarse y dirigirse a la familia Tenny.
Sin embargo, en ese momento, un aura familiar pero poderosa se acercó rápidamente a Ethan y los demás.
El grupo se tensó de inmediato, levantándose y preparándose para la batalla.