Ethan Smith asintió y dijo:
—Quiero las coordenadas de la Tierra.
El Decano Garner no parecía sorprendido y aceptó sin hacer demasiadas preguntas.
—Es una coincidencia, pero casualmente tengo las coordenadas —dijo el Decano Garner—. Espera aquí.
Aunque Ethan Smith estaba ligeramente desconcertado, decidió no hacer más preguntas.
Dado que el Decano Garner y su padre se conocían, no parecía demasiado sorprendente que él supiera las coordenadas de la Tierra.
La figura del Decano Garner desapareció y reapareció frente a Ethan en un breve instante.
Infundió un rastro de Luz Dorada en la mente de Ethan, y pronto, las coordenadas de la Tierra e incluso la ruta aparecieron en su mente.
Era un hilo dorado que delineaba un camino en su mente.
En ese momento, Ethan se dio cuenta de lo lejos que estaba la Tierra desde allí, inimaginablemente distante.
—Este viaje... tomará muchos años —dijo Ethan frunciendo el ceño.