Ethan Smith abrió sus ojos y contempló la luz de la Técnica Dao que pendía sobre su cabeza. Sintió un poder cósmico infinito emanando de ella, como los rayos del sol iluminando su cuerpo y alma.
En ese momento, la expresión de Ethan carecía de tristeza o alegría, y su mente estaba extremadamente pura e inmaculada, como si se hubiera convertido en una persona completamente diferente.
No había fluctuación de emociones en sus ojos, lo único que podía percibirse era su aura extraordinariamente poderosa.
El estado mental de Ethan Smith había alcanzado un nivel trascendente, su paz interior como agua tranquila, sin ninguna ondulación. Aunque la luz de la Técnica Dao sobre su cabeza irradiaba un aura poderosa, Ethan mantenía una calma y tranquilidad profunda.
No se sentía complacido con sus logros, ni arrogante debido a su gran poder.