Ethan Smith miró al anciano preocupado, aunque su corazón no tenía prisa.
Tenía que abordar esta nave de guerra de una manera u otra. Si el hombre no estaba de acuerdo, tendría que matarlo.
—Tío Kortez, ¿qué ocurre? —En ese momento, una joven chica apareció en la cubierta.
La chica llevaba un vestido largo azul claro, su cabello largo caía sobre sus hombros, como una suave brisa. Tenía un rostro hermoso, piel blanca como la nieve y sus ojos expresaban un toque de agilidad e inteligencia.
Sus ojos eran como estrellas brillantes, claros y cristalinos, exudando un aura pura. Su boca ligeramente curvada tenía una sonrisa confiada, como una flor floreciendo, irradiando calidez como la luz del sol.
Con una figura esbelta y elegante, la chica estaba de pie en la cubierta como un elfo grácil. Su aura era pura y fresca, desprendiendo una vitalidad extraordinaria.
Junto a ella estaba un joven.