Haber recibido ese mensaje le provocó una extraña sensación, como si estuviera siendo constantemente vigilado, despojado de cualquier atisbo de privacidad. Era una molestia que realmente le daba algo de repulsión. "De todos modos, en estos tiempos, la mayoría de las cosas no nos brindan privacidad alguna. Incluso los servicios utilizan nuestras búsquedas para ofrecernos temas relacionados con nuestros gustos." Negó con la cabeza, sabía que si lo vigilaban no tenía que responder el mensaje. Solo hablar en voz alta sería suficiente para que le respondieran, no perdía nada en intentarlo, ¿verdad?
"Eh, bueno, yo también me sorprendí de poder seguir en pie, siendo honesto". Al terminar, se quedó en silencio, observando expectante el teléfono esperando ver qué le responderían. De momento, solo veía el número desconocido en la parte superior, realmente daba igual registrar o no a Xavier, porque seguramente haría que la conversación desapareciera al finalizar el contacto, de nuevo. La respuesta llegó después de unos momentos y la leyó rápidamente, "[Agradece que tienes un poco de suerte a tu lado, ¿no crees? No todos sobreviven a un golpe así]". Parecía que la conversación no se dirigía a ningún punto en concreto, por ahora. Soltó un suspiro y negó con la cabeza, no había tiempo para tonterías.
"Bueno, bueno, muchas gracias por vigilarme mientras estaba inconsciente, pero ¿tú causaste la aparición de la mazmorra? Casi me matas indirectamente si fuera así, sería uno más de tantas víctimas". La voz de Heim parecía contener cierto odio y disgusto que reprimía, ciertamente no sabía si culparlo o no de que ahora estuviera así. Casi muere y por suerte podría volver a caminar en un futuro no muy lejano. "[Realmente no sabes nada, los humanos no podemos controlar eso todavía y hasta donde sé, pero nada niega que podría ser posible, pero realmente no, no lo hice yo]", respondió Xavier. Iba a responderle en voz alta, pero el desconocido acosador continuaba escribiendo, así que Heim decidió guardar silencio y ver qué más diría.
"[Para resumirte, es como saber el clima, gracias a cálculos y otras cosas más, sabemos aproximadamente cuándo y dónde aparecerá una mazmorra, pero no siempre son acertados. Y al igual que eso, pueden ocurrir variaciones o que sucedan aparentemente de la nada, no siempre hay una previsión de ello. Esta vez nos agarraron desprevenidos, apareció de repente antes de poder evacuar la zona y ...]" Heim hizo una mueca al ver la cantidad de texto e información que Xavier le había soltado en ese momento, leer una parte hizo que sintiera un poco de disgusto, lo estaba tratando como si fueran amigos del trabajo compartiéndose detalles del día. Se quedó en silencio por un momento para procesar todo. En primer lugar, se sabía de manera pública que se podía prever la ubicación de una mazmorra con antelación, entonces, ¿por qué le había dicho que tenga cuidado? Y, en segundo lugar, "Eso da un poco igual, ¿por qué me advertirías a mí? De todas las personas que hay en esta ciudad, se lo dices a un adolescente sin poder. Esto no es una novela o una serie de TV donde despierto un poder extremadamente fuerte al estar en peligro".
Rio forzadamente entre dientes al acabar de hacer su pregunta, sintiendo una combinación de molestia y desconcierto. Miró la pantalla del teléfono, esperando una respuesta que pudiera aclarar las dudas que le rondaban en ese momento. La idea de que alguien pudiera advertirle sobre una mazmorra y, además, sostener el pensamiento de él ser "especial" era tan absurdo como intrigante.
La respuesta de Xavier no tardó en llegar, "[Para ser honesto, no eres la única persona a la que nos obligan a vigilar. Posees rastros de Fluctuación Vital incluso antes de ser elegido como salvador. No es algo único, pero sí lo bastante raro como para que te mantengamos en el radar]". La Fluctuación Vital, Heim recordaba haber oído vagamente ese término mucho tiempo atrás. Si su memoria no lo traicionaba, se trataba de la energía que permitía a los salvadores utilizar sus habilidades especiales y, cuanto más se usaba de manera indiscriminada, mayores consecuencias tendrían. Algo así como el maná en los videojuegos de rol. "Aguanta un poco, ¿cómo que única persona? ¿También los obligan a vigilarnos? ¿Cuantos más hay?" Realmente le daba igual ser un usuario de aquello porque no tenía una habilidad que usar, sin haberse sometido a la prueba que el universo le daba no podría darle un uso antes de. O al menos no que él supiera. "Me estás diciendo que, ¿mi vida es un poco más rara que el la del resto solo por eso? Bueno, tampoco es que cambie mucho" Heim tenía bastantes más cosas que decirle a Xavier, pero el último mensaje le dio escalofríos.
"[No, tener rastros de Fluctuación Vital solo te asegura una cosa, serás elegido como posible candidato a salvador, y si logras superar tu prueba. Al igual que nosotros serás un despertado, te estamos vigilando para asegurar una cosa, que lamentablemente no puedo decirte, pero que podrás intuir si investigas lo suficiente]" Heim quedó sorprendido y dejó de tomar aire porque se le olvidó, estuvo momentáneamente congelado sin hacer y pensar nada. Ser un salvador era tener fama y gloria, pero también arriesgar el culo contra porquerías asesinas que ejercían daño psicológico sin alguna forma de revertirlo. Él no quería arriesgarse a morir y volverse loco contra abominaciones, pero una vez era elegido, no había forma de escaparse. El universo mismo lo seleccionaba, un humano mundano no podía luchar contra las cuerdas del destino. "Al carajo todo, voy a morir"
Lo peor es que no había forma de prepararse con antelación, todo objeto desaparecía a excepción de la ropa. Uno tenía que sobrevivir por sus propios medios y habilidades. No era como en los videojuegos que te llevaban de una mazmorra rango F a un rango S de paso a paso, si tenías mala suerte, te podías ir a un lugar equiparado al infierno, era totalmente al azar. "Esto me está dando un puto dolor de cabeza, necesito una pastilla" Cuando volvió la mirada al teléfono, el chat había desaparecido como si nunca hubiera estado ahí. Si Heim tenía suerte, estos últimos meses no serían los peores de su vida.
...
Era la hora de la cena y Heim junto a su madre estaban reunidos comiéndose juntos una pizza mientras veían la TV, era de las pocas veces en las que los dos estaban juntos a esa hora, y a lo largo de esa semana no sería la última. Ellos dos solo pasaban momentos así los fines de semana, o si acaso un domingo porque su madre se quedaba jornada extra los sábados. "Es una buena película, nunca dejará de darme risa" En la pantalla se reproducía la primera parte de Shr*k, el personaje de los dos sin duda el burro. Era lo que le daba el alma a la película y las partes en las que aparecía, al menos para ellos eran divertidas. Para gente con un humor terriblemente malo.
"¿Cómo te iba con la escuela? Sabes que trabajo en investigaciones así que puedes pedirme ayuda en algunas cosas" Su mamá habló con tranquilidad, desde que regresó del hospital no le dejaba hacer nada y lo cuidaba como si fuera un bebé de nuevo. Le era algo incómodo a Heim ya que se había acostumbrado a hacer las cosas por sí mismo, sin algún tipo de ayuda la mayoría de las veces. Y ser tratado como un niño pequeño de la noche a la mañana, le daba una extraña sensación, pero la dejaba pasar porque pasaba tiempo con su madre. "Todo va bien, la verdad no tiene por qué preocuparse, si no puedo con algo le pido ayuda a mis ... amigos" Pensaba en decir compañeros, pero su madre le preguntaría si no tiene amigos en la escuela. Cosa que no era totalmente mentira, Heim claramente los tenía, pero contados con una mano. "De todas formas, si necesitas ayuda de un profesional, estoy aquí" parecía tener cierto entusiasmo en su voz, su querido hijo casi nunca le pedía ayuda con alguna tarea y ella quería que fuera mucho más seguido.
"¿Y cómo le va con el trabajo, mamá?" Ella se quedó un momento pensando, todo iba relativamente bien con ella, pero la carga de trabajo era sin duda pesada. "Pues, se podría decir que bien. Tengo una compañera de trabajo llamada Samantha que me ayuda mucho, es joven pero trabajadora, me recuerda a mí en su edad." Terminó de hablar y formó una sonrisa en el rostro, era una noche de calma. Heim se abstenía a pensar que serían las últimas noches con una vida relativamente tranquila, pero las disfrutaría a su manera, aun así. Quizás luego debería de visitar a su padre, pero primero tendría que ordenar sus pensamientos y prioridades.
Al final, salió un tema que no solía hablar mucho con casi nadie, simplemente porque no le preguntaban. "Mmh, se acerca tu cumpleaños, ¿quieres algo en específico?" El pelinegro no tenía nada en mente así que negó con la cabeza, "Decide tú, quiero que sea sorpresa" Heim cumplía años exactamente en dos meses, y en esos dos meses llegaría agosto: "Bueno, veré qué se me ocurre, mucho puede pasar en ese tiempo" Asintió, estaba de acuerdo con su madre, en dos meses más no tardarían mucho para comenzar las vacaciones de invierno, pero si llegaba a reprobar alguna materia, tendría que ir a recursar dos semanas más para poder pasarla o pasarlas con el mínimo aceptable.
"Pero ya hablaremos más mañana, es tarde y para que puedas recuperarte pronto, necesitas dormir bien, mi niño" Jenn le dio un beso en la frente a su hijo, quien solo sonrió como respuesta, no necesitaba decir nada más. Con el apoyo de su madre, Heim logró entrar a su habitación y acostarse en la cama, al momento de estar solo se quedó viendo el techo. "Tengo muchas cosas en las que pensar, ahh, maldita sea" Soltó un suspiro abatido, tenía que dormir, pero no se sentía para nada cansado.
Extendió su mano para alcanzar el celular que estaba debajo de su almohada, y entonces decidió entrar a internet. "Veamos Xavier, ¿por cuáles situaciones pasa un maldito salvador?" Parecía ser que pasaría una noche en vela investigando acerca de ellos, realmente no sabía nada más que eran personas con super habilidades y fuertes como la mierda que eran capaces de asesinar a atrocidades aberrantes de la existencia misma. Los monstruos, o las bestias también llamadas, eran cosas menores comparadas a las abominaciones, solo representaban un peligro para los civiles. "Toca investigar entonces" El chico se acomodó lo mejor que pudo en su cama, y dio clic en la ranura de búsqueda, para luego empezar a teclear el teclado virtual del teléfono.