—¿Quién era él?
—Mátame y lo averiguarás —dijo Braydon Neal con una leve sonrisa.
—Has irrumpido en mi palacio divino. ¡No importa qué, no puedo dejarte salir de aquí con vida! —El primer anciano supremo atacó mientras hablaba.
Con solo apuntar, el cielo pareció colapsar.
El inmenso poder que ejercía era demasiado para que el mundo pudiera soportarlo.
La fuerza de un monarca dios hizo que todos los dioses se sintieran sofocados.
Pero Braydon simplemente blandió su espada y avanzó a la carga.
Su actual poder de combate estaba a la par con el de un gran monarca dios de cumplimiento, y el primer anciano supremo era un gran monarca dios de cumplimiento, una existencia capaz de crear una nación de dios, ascender al trono y dar a luz un país de dioses.
Los dos chocaron fieramente, ninguno obteniendo ventaja.
Su batalla continuamente destruía los palacios del palacio divino, destrozando cielo y tierra.
La sangrienta lucha duró dos horas.