Una reputación ilustre y feroz

—¿Cómo podrían aceptar esto los demonios?

—Si él no muere —dijo Braydon Neal con calma—, entonces los tres trascendentes de la raza demoníaca morirán hoy.

Sus palabras frías dejaron en claro la posición de la raza humana.

Al hablar Braydon, los nueve trascendentes de la raza humana desataron su poderosa presión, y la aterradora intención de matar llenó el aire.

Incluso los seres más fuertes temblaban de miedo.

La fuerza del aura de los trascendentes era abrumadora.

Los demonios se encontraban en una situación desesperada.

—¿Deberían convertirse en enemigos de la raza humana?

—¿O entregar a uno de sus expertos trascendentes para aplacar la furia de los humanos?

No importaba la elección, era insoportable para los demonios.

—Tienen tres segundos para decidir —dijo Braydon suavemente.

—¡Tres!

—¡Dos!

Con solo unas pocas palabras, el sudor apareció en el rostro del joven dragón dorado de la inundación.

¡La presión era insoportable!

Hoy todo giraba en torno a Braydon.