—Yo, Lucian Cross, comandante del regimiento de la primera legión de la legión 71 del Ejército del Norte, por la presente emito la orden: ¡si cualquier soldado del primer regimiento en Wollo se encuentra con criaturas demoníacas, mátalos a la vista!
Lucian sacó su espada fría.
—¡Era una orden!
El sonido de la determinación férrea resonó por Wollo.
En un instante, una segunda espada fría negra apareció en el cielo cercano.
—¡Marlowe Spears del segundo regimiento de la legión 71, a tus órdenes!
—¡Stellan Jacome, a tus órdenes!
De repente, 800 espadas frías flotaban sobre Wollo, ¡todas pertenecientes a comandantes de regimiento!
Había pasado mucho tiempo desde que habían recibido tal orden.
Una voz ronca retumbó, —¡Jajaja, mira, mira! Mis soldados son los mejores. Todos en la legión 71, acaten la orden de Lucian como si fuera mía. ¡Maten a los demonios!
—¡El comandante manco de la legión 71, Maddox Johnstone, aún estaba vivo!