Braydon Neal se paró frente al edificio de siete pisos, observando a los dos expertos vestidos con armadura dorada.
Un trascendente de nivel cuatro abrió la puerta. Esto estaba claramente destinado a ser una demostración de poder.
—Sí —dijo tranquilamente el experto con armadura dorada a la izquierda—, para entrar a la casa de postas, necesitas pagar cien piedras grises.
—Está bien.
Braydon levantó la mano, produciendo cien piedras de trascendencia.
El experto le permitió pasar sin problemas, aunque un ápice de duda cruzó su mirada.
No pudo discernir del todo el nivel de cultivo de Braydon.
O bien este joven era más fuerte de lo que aparentaba, o estaba utilizando algo para ocultar su aura.
Pero, no era su lugar preguntar.
Braydon entró al pabellón de la casa de postas, sabiendo que era el lugar más concurrido en la estación de relevo del universo.