La voz de Braydon Neal trajo una sensación de alivio a Falcon Macall y Rae Haase, quienes suspiraron audiblemente.
Ninguno de ellos se atrevió a hablar más y siguieron en silencio detrás de Ivory Macadam.
Pronto, llegaron al centro del Bosque Oscuro, donde los peligros eran mucho más evidentes. Esta área no solo era hogar de bestias demoníacas inmortales de nivel de rey, sino también de grandes celestiales e incluso algunas bestias de nivel máximo.
Braydon los seguía en silencio.
Navegar por el Bosque Oscuro no suponía ningún desafío para él.
Si quisiera, Braydon podría atravesarlo en un momento. Sin embargo, eligió mantenerse cerca de Ivory y los demás para mantener su cobertura.
De repente, un águila gigante apareció en el cielo, dando vueltas por encima de Ivory.
—Es el Señor Locke —exclamaron Falcon y Rae, visiblemente emocionados.
El rostro de Ivory se iluminó de alegría mientras agitaba la mano hacia el águila.
—¡Hermano, estoy aquí!