La incomparablemente feroz Lanza Devastadora del Mundo alcanzó la inmensa palma dorada en un instante.
Una poderosa fuerza aplastante estalló desde su núcleo.
La palma dorada, ya llena de grietas, se rompió completamente en ese momento.
Fragmentos dorados se dispersaron al instante, transformándose en energía espiritual que llenó el cielo.
—Buda de Túnica Amarilla, parece que tu Reino Budista en la Palma no es tan impresionante. —El Anciano Juntenen, sosteniendo la Espada Infinita, sonrió al monje de túnica amarilla.
—¡Ruidoso! —El monje de túnica amarilla bufó fríamente y atacó al Anciano Juntenen.
—¿De verdad crees que no tengo temperamento?
—¡Mar de la Espada del Firmamento! —Al ver el absoluto desprecio del monje, la sonrisa del Anciano Juntenen se desvaneció. Tocó la calabaza en su cintura, liberando una espada que salió disparada hacia el cielo.
Sobre la Montaña de los Diez Mil Budas, innumerables espadas largas translúcidas se materializaron, oscureciendo el cielo.