—Quizás él podría trabajar con Tianyang Wuzhu.
—Él tenía consigo muchos materiales del Dios Supremo. Sería un desperdicio mantenerlos en sus manos. Más valdría usarlos para intercambiar por beneficios y permitir que la Corte Divina del Sol refinara 180 Píldoras del Cielo y la Tierra de los Nueve Santos para él y sus subordinados.
—Así, ¿no tendrían él y sus subordinados otra manera de sobrevivir?
—De esta forma, él podría lidiar con algunas situaciones especiales cuando él no pudiera utilizar el método de resurrección anterior.
—Naturalmente, Tianyang Wuzhu no sabía lo que Zhou Lucha estaba pensando.
—Al ver que él le miraba fijamente con una mirada desconcertante en sus ojos, él dijo de inmediato y con enfado:
—¿Qué estás mirando?
—No puedo evitar admirar a Su Alteza Tianyang por ser tan apuesto y despreocupado por las pequeñeces, y por atreverse a hacer sacrificios por grandes cosas.
—Las palabras de Zhou Lucha eran agradables de escuchar.