—Señorita Xia, probablemente acababas de nacer hace 24 años, ¿verdad? Dijiste que estos diseños los dibujó tu padre cuando tenías seis o siete años. En ese momento, mi madre ya había fallecido, así que es totalmente imposible que ella haya firmado los diseños de tu padre —dijo Qiao Xi con indiferencia.
Todos miraban a Xia Mengyan con shock. Las discusiones se volvían cada vez más acaloradas. Cada palabra era como una roca de mil kilogramos estrellándose contra el corazón de Xia Mengyan, haciendo que la sangre en todo su cuerpo se congelara y la hiciera temblar incontrolablemente.
—Los diseños de la Señorita Xia Yunqiu se completaron hace 24 años. En ese momento, había un abogado para notarizarlos, pero Xia Mengyan dijo que Xia Ji los diseñó cuando tenía seis o siete años. Eso fue hace unos 18 años. En otras palabras, estos diseños eran de Xia Yunqiu. ¡Ahora están siendo ocupados por Xia Ji!