Arrodíllate y pide disculpas

—En ese momento, el teléfono de Qiao Xi sonó. Las comisuras de su boca se curvaron en una sonrisa cuando escuchó la voz en el teléfono.

—La voz extremadamente amable de Xia Cheng venía del teléfono. —Xi Xi…

—Naturalmente estaba llamando para rogarle a Qiao Xi que volviera a la Corporación Xia porque la persona a cargo, Luo Qing, había escogido a Qiao Xi para colaborar con ella. En aquel momento, cuando mencionó este nombre, todos se quedaron boquiabiertos.

—Anteriormente, se burlaban de Qiao Xi por ser expulsada por la familia Xia y por no ser querida por la familia Xia. Ahora, no podían evitar sentirse avergonzados. La Señorita Qiao era alguien que el Joven Maestro Luo había reconocido.

—La expresión de Xia Cheng era fea y las comisuras de su boca se retorcían. —Pero Xi Xi…