—Espero que puedas quedarte en el país —los ojos de He Weinian mostraban amor mientras sonreía suavemente—. Juan, han pasado tantos años. ¿Nunca has pensado en buscar a tus padres?
La mirada de Cheng Juan cambió. Sabía que He Weinian lo estaba sospechando. Había estado desarrollándose al extranjero todos estos años, pero de repente regresó a Ciudad Li. Naturalmente despertaría las sospechas de He Weinian.
—Su voz era un poco baja y ronca —el decano me dijo que me dejaron en la entrada del orfanato en aquel entonces. Cuando me recogieron, vieron que había una nota metida en mi ropa. Mi nombre y fecha de nacimiento estaban escritos en ella. Ya que mis padres habían decidido abandonarme, no tiene sentido que los busque.
Un brillo pasó por los ojos de He Weinian. Anteriormente había investigado y descubierto que Cheng Juan fue abandonado en la entrada del orfanato hace 26 años. En ese momento, acababa de nacer. Había registros suyos en el orfanato en aquel entonces.