En este momento, Gu Yao seguía muy confundido. —¿Cómo una persona como Qiao Xi, que podía vencer a un grupo de hombres fuertes, de repente se había enfermado? ¿Será que se resfrió con el cambio de estación? Sin embargo, un resfriado no era una enfermedad grave. Ella era una persona tan fuerte, ¡así que no habría necesitado solicitar una licencia!
—¿Será que se lesionó? ¿Habrá perdido mucha sangre?
—¿O tuvo un accidente de coche? ¿Se rompió la pierna o el brazo?
—¡Esto es el fin! ¿Será una enfermedad terminal?!
Incontables pensamientos aparecían en la mente de Gu Yao. La imagen de Qiao Xi muriendo en la cama de hospital ya se había presentado ante él. Su corazón dolía, y aceleró el paso.
Si Qiao Xi de verdad estuviera discapacitada o tuviera una enfermedad terminal, él la acompañaría junto a Gu Zheng. En el futuro...