—¿Qué?! —exclamó Noah al oír las palabras de Thea.
No pudo ocultar su sorpresa. Había adivinado que su ambición influiría en la creación de la bata, pero no esperaba que alcanzara el nivel medio.
Después de todo, Thea no era una experta ordinaria. Era una maestra de inscripción de tercer nivel en la etapa líquida. Su poder y pericia la colocaban muy por encima de los cultivadores comunes de rango 7. Su respaldo también la convertía en una existencia privilegiada en las Tierras Inmortales.
Noah estaba seguro de que ella no cometió ningún error durante su inscripción. Maestros de su nivel serían meticulosos con el número y el poder de los materiales utilizados durante el procedimiento. La razón detrás de ese sorprendente resultado debía provenir de fuera de su habilidad.