1531. Terminado

Noah no pudo evitar comenzar a planear su regreso al dominio humano ahora que había estabilizado su poder de batalla en el octavo rango. Quería ver a sus amigos, y las constantes peleas contra esas bestias mágicas simples habían comenzado a aburrirle.

El dominio de las bestias mágicas era perfecto para reunir recursos. Aquellas regiones también habían beneficiado la ambición de Noah, ya que había luchado contra incontables criaturas más fuertes que él.

Sin embargo, ese dominio tenía límites, especialmente para existencias que necesitaban mejorar sus leyes. Noah podía apoderarse de incontables recursos valiosos y encontrar excelentes áreas de entrenamiento, pero las herencias podían ofrecerle mucho más.

Habría sido diferente si Noah fuera una bestia mágica o un híbrido que no tuviera requisitos tan exigentes para mejorar. Sin embargo, necesitaba interactuar con otros cultivadores para fortalecer una parte esencial de su existencia.