1554. Camino

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—¿Te importaría explicar? —preguntó Noah con un tono molesto.

—No te preocupes, eres un tipo único —rió el Supremo Ladrón—. Nunca ha sido mi intención herirte. Esto es solo una partícula de mi existencia. Solo que resulta que tengo mucho más poder que tú.

—¿Cuándo planeabas revelarte? —cuestionó Noah al experto etéreo.

—Mi plan original era manifestar este fragmento de mi existencia cuando estuvieras a punto de alcanzar los límites del octavo rango —respondió el Supremo Ladrón mientras se rascaba la barbilla—. Estaba dispuesto a adaptarme a tu potencial, pero nunca esperé que me encontraras justo después de entrar al octavo rango.

—Definitivamente mereces atención —comentó el Supremo Ladrón—. ¿Qué exactamente eres? He visto innumerables criaturas únicas y existencias impresionantes, pero tu fundación supera a todas ellas.