Alexander se fue justo después de que Noah devorara tantas bestias mágicas etéreas como fuera posible. Solo permaneció fuera de la prueba para dar una serie de directivas y despedidas a sus compañeros antes de acercarse a la prueba y desaparecer detrás de la gran puerta metálica al final del pasillo.
Noah se sentía débil. Su mente se había ampliado rápidamente, y la energía dentro de la cabeza estaba mejorando su cuerpo a un ritmo constante. Sin embargo, se sentía agotado y frágil.
—Mis muros mentales han alcanzado su límite —pensó Noah mientras inspeccionaba su condición.
Devorar bestias mágicas etéreas adelgazaba sus muros mentales y le hacían sentir incómodo acerca de su condición actual. Noah sabía que no podía luchar en ese estado. Un error durante una batalla podría hacer que su mar de conciencia se desmoronase en este momento.