—Tienes una ley única —dijo Ojos Radiantes desde dentro del gigante—. ¿Qué precio tuviste que pagar para realizar estas resurrecciones? ¿Cuál es tu desventaja?
—No hay desventajas —explicó el Gran Constructor desde dentro de la pirámide—. No soy más que un experto con las herramientas adecuadas. Los seres vivos se vuelven bastante fáciles de entender después de estudiar millones de ellos.
Noah se sintió agradecido con el Gran Constructor, pero la situación actual no le permitía sentirse tranquilo. Había vuelto a la vida solo para encontrarse entre dos expertos de rango 9 listos para luchar.
La pirámide comenzó a temblar antes de que Noah pudiera pensar en otra cosa. El halo blanco se replegó y se concentró en una línea vertical que cortó la estructura por la mitad.
Los instintos de Noah gritaron, pero no tenía a dónde huir. Todo el ejército no podía moverse con esas dos existencias controlando los bordes del campo de batalla.