La conversación dejó a Noah parcialmente insatisfecho. Había comprendido que Cielo y Tierra modificarían sus castigos de acuerdo con su existencia, pero las Tribulaciones más amenazantes parecían incluir a expertos de rango 9.
Noah tendría que enfrentarse a esas existencias solo cuando su poder de batalla alcanzara el noveno rango. Eso era parte de la equidad de Cielo y Tierra. Los seguidores podían ignorar esos límites, pero los gobernantes tenían que acatarlos.
Los niveles normales de cultivo no se aplicaban a Noah. Él solo tenía un cuerpo de categoría media, pero ya podía luchar contra bestias mágicas de nivel superior.
Tener que enfrentarse a existencias de rango 9 una vez que su poder de batalla alcanzara ese nivel no parecía demasiado aterrador. La historia del Gran Constructor no logró infundirle miedo, y Noah no pudo evitar sentirse decepcionado por ello.
«Supongo que depende de Cielo y Tierra», pensó Noah mientras el viaje llegaba a su última fase.