1645. Único

—¿Son inmunes a las leyes del Cielo y la Tierra? —se preguntaba Noah mientras inspeccionaba al Diablo.

Un rayo había golpeado a la criatura, pero ésta había absorbido esa energía y aumentado su influencia. El ataque no logró infligir ningún daño. Sólo fortaleció al Diablo.

—No aprenderé nada si sigo dependiendo de Althea —suspiró Noah en su mente antes de dar un paso adelante.

Sus compañeros se volvieron para lanzarle miradas sorprendidas. Algunas preguntas incluso llegaron a los oídos de Noah, pero las ignoró.

Althea no era una amiga. Apenas era una aliada que podía contactar al Cielo y la Tierra. Eso solo la ponía más cerca del estatus de enemiga, así que Noah no podía confiar en ella.

Lo mismo ocurría con los otros expertos. Estaban confundidos sobre toda la situación y no podían decirle nada a Noah. Incluso sus amigos no sabían qué eran los Demonios, así que tenía que adoptar un enfoque personal para resolver sus dudas.