El tiempo pasaba rápidamente. Noah rara vez lograba llevar la cuenta de cuánto tiempo pasaba durante sus reclusiones, pero rara vez le importaba eso.
Noah tenía mucho que hacer. Su dantian le rogaba que lo empujara hacia niveles superiores, pero el órgano requería demasiado tiempo para alcanzar la etapa líquida. Simples siglos pasados en reclusión no serían suficientes para aproximarse al avance.
En cambio, los otros proyectos procedían decentemente. La comprensión de Noah sobre las leyes del espacio continuaba aumentando, e ideas sobre cómo superar las singularidades también aparecían en su mente una vez que comenzaba a enfocarse en el asunto.
Solo sus experimentos con las leyes caóticas no parecían llevar a ninguna parte. Rey Elbas le había prestado algunos artículos inscritos destinados al procedimiento, pero su ambición falló en dar a las mutaciones una dirección adecuada.