Sword Saint continuó inspeccionando el ambiente sin mostrar ningún miedo. Parecía confundido, pero ninguna otra emoción intensa aparecía en su cara.
—¡La luz y los rayos son los enemigos! —gritó Noah—. Estamos tratando de encontrar una salida de este lugar. ¡Ayúdanos a despejar el camino!
Noah no tenía tiempo de explicar la totalidad de la situación. Se limitó a dar instrucciones breves con la esperanza de que Sword Saint las siguiera de inmediato.
El experto bajó sus cejas y se rascó la cabeza. Su cara todavía se movía entre el ambiente, pero eventualmente asintió.
Sword Saint levantó dos dedos antes de agitar su mano hacia Demonio Divino. Una onda de nitidez salió de su figura y cortó cada figura crepitante en su camino. La luz en el camino también se destrozó cuando el ataque del experto despejó un área grande a la derecha de Demonio Divino.