Noah lanzó un suspiro al sentir cómo la presencia de la Tierra desaparecía del cielo. Esa prueba ya no existía, pero su estado de ánimo se sentía pesado debido a los últimos acontecimientos.
Cielo y Tierra intentaban contrarrestar la totalidad de su existencia. Habían logrado incluso suprimir su ambición e influencia en su mayor parte. Ya habían desarrollado artículos capaces de aniquilar la mayoría de sus habilidades también, así que su situación parecía bastante sombría.
—No podré enfrentarlos la próxima vez si mi poder no evoluciona —Noah suspiró en su mente.
Ladrón Supremo, Gran Constructor y toda otra existencia que había comenzado a molestar a Cielo y Tierra habían tenido que pasar por un tratamiento similar. Noah estaba experimentando la supresión dirigida de la que esos gobernantes eran capaces, y sus opciones disminuían mientras imaginaba las diversas herramientas que esos seres poderosos podían desplegar.