1785. César

Las palabras del cultivador dejaron a Noah y al Rey Elbas conmocionados. Cielo y Tierra ya estaban al tanto de su plan para robar energía de los mundos conectados al plano superior. Su gran estrategia ya había enfrentado una gigantesca dificultad.

—¿Pensaron que Cielo y Tierra no eran conscientes de eso? —preguntó el cultivador mientras daba voz a su risa juvenil—. Puede que vivan en tierras a las que ellos no pueden llegar, pero algunas palabras siempre se propagarán en la blancura.

Noah y el Rey Elbas no pudieron evitar intercambiar una mirada. No sabían por qué el cultivador estaba revelando tanto, pero estaba claro que tenían un problema.

—¡No me miren así! —el cultivador se rió—. Cielo y Tierra no actuarán hasta que los hieran, así que la primera parte de su misión debería ir bien. Solo tendrán que enfrentarse a estas criaturas olvidadas.

—No pensé que Cielo y Tierra pudieran tener traidores —exclamó Noah eventualmente.