1847. Etéreo

El dragón se sintió molesto. Noah básicamente lo estaba ordenando, y ni siquiera intentaba ser educado en el proceso. Sin embargo, su idea tenía mucho más sentido de lo que quería admitir.

El aspecto del mundo heredado por el dragón de muerte le hacía incapaz de pensar en enfoques que pudieran salvar vidas. Aun así, no estaba solo en el campo de batalla, y su poder todavía le permitía compartir información con sus compañeros.

El dragón de muerte levantó su cabeza y dio voz a un rugido ensordecedor que obligó a cada existencia en el lado de Cielo y Tierra a cubrirse las orejas. Las cucarachas voladoras claramente no pudieron defenderse contra el ataque, así que muchas de ellas murieron protegiendo a los miembros más fuertes de su enjambre.

El líder se puso en marcha y regresó al campo de batalla en ese momento. Noah solo pudo mirar mientras la enorme bestia salía de su visión, pero sus compañeros no le dieron la oportunidad de permanecer inmerso en sus pensamientos.