Shafu era un ser vivo, por lo que los fantasmas podían afectarlo. Sin embargo, Noah no tenía que preocuparse por separar la realidad de las ilusiones cuando se trataba de sus compañeros, ya que la conexión mental le indicaría cuando algo estuviera mal.
Los ojos del cultivador de rango 9 se abrieron de sorpresa cuando vio la boca masiva de Shafu cerrarse sobre todo el ejército de fantasmas y llevarlos al espacio separado dentro de su cuerpo. No sintió la llegada del dragón en absoluto. Noah había confiado en el Dominio de la Sombra para hacerlo aparecer en el área.
Shafu se aseguró de no destruir a las criaturas durante el proceso para limitar la propagación de su energía oscura, y Noah mantuvo la conexión mental bajo control para confirmar que todo funcionaba según lo planeado. Los fantasmas terminaron en el centro del espacio separado de su compañero sin afectar su estado mental, pero intentaron de inmediato expandir su influencia.